LA LUZ NATURAL NO ES UN LUJO, ES UNA NECESIDAD


Pasamos el 90 % de nuestro tiempo en interiores y, literalmente, no existe nada que pueda sustituir a la luz natural como protección frente a los problemas de salud que la falta de luz provoca en nuestros cuerpos. 


Ni siquiera la luz artificial más brillante puede compararse con la luz natural a la hora de mantenernos sanos. Las investigaciones científicas han demostrado los vínculos entre la falta de luz natural y diversos problemas físicos y mentales. De hecho, los expertos calculan que el 15 % de la población mundial sufre distintos niveles de trastorno afectivo estacional (TAE, también conocido como depresión invernal), y esta tendencia se incrementa cuando aumenta la latitud.  

También hay numerosos problemas de salud relacionados con la falta de suficiente luz natural. Por ejemplo, la carencia de vitamina D, que se ha vinculado a problemas de cansancio y fatiga, y a un aumento de la vulnerabilidad a las enfermedades. Es necesario salir para que el cuerpo se exponga a la luz del sol y pueda producir vitamina D. En Europa y otros países situados al norte, es necesario estar en el exterior en verano. Además, la luz artificial puede interferir con el reloj corporal y provocar dificultades para concentrarte, un aumento de la presión arterial y otros problemas.

SÍNTOMAS

Aunque los efectos de la falta de luz natural no se pueden apreciar a simple vista, deben tomarse muy en serio. Nuestro metabolismo necesita la luz natural para funcionar bien, por lo que otros síntomas suelen ser la fatiga generalizada y los problemas de sueño. Y los problemas de sueño se han vinculado a afecciones como el estrés, la depresión, las enfermedades cardíacas o el aumento de la vulnerabilidad a las infecciones.

SOLUCIONES

Cuando hablamos de aportar más luz natural a nuestra vida cotidiana, para la mayoría de la gente probablemente se trate de reaccionar ante un problema que no sabía que tenía. Por tanto, puede ser difícil motivarse. Pero, recuerda: los problemas son reales y solucionarlos puede mejorar muchísimo tu calidad de vida en general.

La ciencia ha demostrado que conseguir más luz natural mejora la salud física y mental. Por eso te ofrecemos algunos cambios pequeños y sencillos que puedes hacer hoy mismo:

1.


Sigue la luz (natural)

Ilumina tu hogar y tu lugar de trabajo con toda la luz natural que puedas. La luz artificial no puede reproducir las cualidades de la luz del sol, que es un antidepresivo natural, así que intenta utilizar la luz natural como fuente de iluminación principal y complementarla con luz artificial si es necesario. Igualmente, coloca la mesa del comedor o el escritorio más cerca de la ventana.

2.


Da un paseo

Sal cuando tengas la oportunidad e intenta estirar las piernas de forma periódica. La mayoría de los científicos están de acuerdo en que exponerse diariamente a dos horas de luz natural es un gran refuerzo para el bienestar psicológico.

3.


Coge el ritmo

Nuestros cuerpos solo pueden sincronizarse con lo que se conoce como el ritmo de 24 horas de "dormir, trabajar y vivir" mediante una exposición correcta a la luz y la oscuridad. Si es posible, orienta los dormitorios –en especial, los de adolescentes y jóvenes, cuyo reloj biológico está retrasado y a quienes les suele costar levantarse por las mañanas– hacia el este, en dirección al sol de la mañana.

¿Quieres más información?

TEN UNA VISIÓN AMPLIA

Además de nuevas rutinas diarias, también es importante aprovechar las oportunidades de realizar cambios fundamentales en el clima interior de tu casa. Pasamos el 90 % de nuestro tiempo en interiores, y dos terceras partes de ese tiempo las pasamos en casa, por lo que es el lugar ideal para empezar a mejorar tu vida en el interior.

 

Mejora tu espacio actual

Piensa en la manera en la que puedes "meter el exterior en el interior" y aumenta la luz natural en tu casa. Como la mayoría vivimos en entornos urbanos, hasta cierto punto nos hemos aislado de la naturaleza. Busca ventanas o puertas que aumenten la cantidad de luz natural en la habitación. Recuerda que la luz procedente de una ventana en el tejado aporta más luz natural que una ventana normal.

Haz crecer tu espacio de forma adecuada

Aumentar unos metros cuadrados tu casa es una forma estupenda de mejorar tu vida en el interior. Piensa en reformar el ático o en ampliarlo y da prioridad a las soluciones que aporten aire fresco y luz natural.

Mudarse

Cuando busques una nueva casa, ten en cuenta que los edificios más antiguos pueden tener problemas que afecten al clima interior. Por ejemplo, asegúrate de comprobar que las ventanas aporten suficiente luz diurna; si no es así, piensa en aumentar el número de ventanas o puertas. Además, cuando llegues a la fase de la decoración, elige un color de pintura más claro. Esto creará superficies que reflejarán la luz mejor en tu casa.


LA LUZ NATURAL PUEDE MEJORAR LA CAPACIDAD DE APRENDIZAJE DE TUS HIJOS HASTA EN UN 15 %

La ciencia demuestra que las aulas bien iluminadas con luz natural mejoran la efectividad del aprendizaje con respecto a las que no lo están. No hay ninguna razón para creer que estos beneficios no se apliquen también al hogar y al lugar de trabajo.

¿QUÉ PUEDO HACER YO?

Hay muchas formas de mejorar el aire y la luz natural en tu hogar. Algunas son rápidas y fáciles, mientras que otras requieren más tiempo, pero te proporcionarán importantes mejoras a largo plazo.